Hubo un tiempo en que por las sierras, los bosques y los
caminos menos transitados de la Península moraban bandas de hombres al margen de toda ley y autoridad: los bandoleros.
Andalucía fue una de las regiones más frecuentadas por estos forajidos que la serie Curro Jiménez convirtió en leyenda. Por este motivo, el municipio malagueño de
Ronda creó en 1995 el
Museo del Bandolero, una colección de 1.316 piezas que narran la vida de este fenómeno social. Es el único a nivel nacional sobre esta temática y el mejor lugar para documentarse sobre el tema, ya que alberga cerca de 500 volúmenes escritos por personajes de la época editados desde 1823 hasta la actualidad.