El sector secundario, (31 % de la población activa), se caracteriza por un marco industrial atomizado, de muy baja actividad y dinamización, siendo el subsector de la construcción (18 %) el que ha tenido un crecimiento más espectacular, acogiendo parte de la población primaria. Dentro de la industria transformadora, la agroalimentaria (cárnica, láctea y oleica) es la de mayor tradición y actividad. Actividades artesanales como el mueble rondeño y productos metálicos están muy consolidadas.