Fue una de las
plazas más importantes de
Andalucía desde el punto de vista
militar, político y cultural hasta caer en manos de los almorávides a mediados del siglo XII. Alfonso XI ya intentó tomar
Ronda, pero no logró su objetivo. Pero el papel más significativo, y por el que es mejor conocida, le llegará con el reino nazarí de
Granada, ya que su proximidad a los territorios conquistados por los castellanos le supondrá eregirse, tanto a la ciudad como a la comarca, en enclave fronterizo de especial importancia.