Sería en 1485 cuando cayó en manos cristianas en medio de la gran ofensiva de Fernando el Católico para acabar con el dominio musulmán en las tierras que hoy forman la provincia de
Málaga. Con la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos se producirán profundas transformaciones económicas y culturales, que aún hoy es posible apreciar en la fisonomía de la estructura urbana: apertura de
plazas antes inexistentes, ensanches de
calles, etc.