Esta resistencia de guerrillas dio lugar a uno de los más famosos y legendarios focos de bandolerismo de la
España del siglo XIX. A Partir de entonces, y durante todo el siglo XIX, se forja la imagen romántica de la ciudad, así como de su Serranía, en la que el mundo del bandolerismo y de la tauromaquia causarán una profunda impresión en muchos insignes viajeros. Desde ese momento quedamos catalogados como lugar pintoresco, que hay que visitar. Adiós industria,
comercio, infraestructuras, que ahogan el tipismo.