En el 711
Ronda fue ocupada por los bereberes, artífices de la actual estructura del casco histórico y de su topónimo Izn-Rand Onda, la «ciudad del
castillo». Ronda fue convertida en reino independiente por los musulmanes, quienes tras la conquista de los Reyes Católicos fueron vendidos como esclavos o expulsados a África. Dentro de la zona amurallada de Ronda cabe destacar la
puerta de Almocábar (del siglo XIII), emplazada al sur de la Medina, uno de los principales accesos a la ciudad malagueña.