Empezamos con un lugar muy querido por los antitaurinos: la
plaza de toros de
Ronda. Una plaza que, por su
historia, por su
arquitectura, por su carácter y por su belleza es reconocida como una más antiguas de
España y una de las más monumentales que existen. Ronda es una de las cunas de la tauromaquia moderna, surgida en el siglo XVIII, en una ciudad donde se conservaba muy viva la
tradición de la caballería. Las necesidades de defensa del territorio hicieron que Felipe II fundase en 1572 la Real Maestranza de Caballería de Ronda, para que se mantuviese el necesario manejo de los
caballos.