Vamos bordeando a pie de
acantilado por el
mirador de los viajeros románticos y el
parador de
Ronda situado sobre la antigua
casa Consistorial. Nos ofrece interesantes panorámicas de la garganta labrada por el
río Guadalevín con 120 metros de altura y nos lleva hasta la
plaza de
España y el
puente Nuevo (Siglo XVIII). Podemos descender previo pago, por uno de los ojos del puente, al centro de interpretación. Si le cruzamos, al otro lado nos podemos acercar al mirador del
convento de
Santo Domingo (Siglo XVI) que nos ofrece una nueva panorámica de la garganta. Más adelante en la
calle Armiñán llegamos a las curiosas
cerámicas dedicadas a los viajeros románticos y descendemos por la calle de la cuesta de Santo Domingo entre
tiendas de regalos y
restaurantes. Atrás dejamos La casa del Rey Moro, los
jardines históricos y la
mina secreta que desciende por
pasadizos hasta el fondo de la garganta.