Allí, una
historia de un amor imposible entre una
joven cristiana y un soldado musulmán servirá para contemplar otro de los grandes momentos que la
naturaleza ofrece en
Ronda, la
puesta de sol sobre las sierras que rodean a la ciudad. Ya con la
noche sobre las
calles de la ciudad llega el momento de adentrarse hacia la
plaza Duquesa de Parcent, sede de varios
conventos, la
colegiata de
Santa María y el propio
Ayuntamiento, en la que espera el cante y el toque de Anilla la Gitana, otro de los personajes históricos de la ciudad que tenía la habilidad de cantar y tocar.