Baños árabes. Este recinto termal es el mejor conservado de la Península. Su construcción y período de funcionamiento se remonta a los siglos XIII y XIV. Se estructuraban entorno a tres espacios que siguen el modelo termal
romano: Sala de baño frío, templado y caliente. Así mismo, conserva la
noria que abastecía de
agua al recinto y unas curtidurías del S. XVI-XVII en la zona ajardinada del conjunto.