En mi libro, pendiente de edicion:"La otra historia de la Iglesia Romana"incluyo el Concilio de Nicea que se convoco para dirimir las diferencias entre los cristianos unitarios o creyentes en un solo Dios y los trinitarios o catolicos creyentes en el misterio de la Trinidad. Este es mi relato.
1-EL CONCILIO DE NICEA
Una de las disputas primeras que se plantean los nuevos cristianos es en relación con la figura de Jesús y las creencias pseudo paganas de la Trinidad, una transigencia concedida de la cúpula de la Iglesia legalizada al Emperador Constantino por su reconocimiento como una religión más, dentro de la sociedad romana.
Esta dicotomía existente entre el Cristianismo con el principio de “la Unicidad de Dios” y el paganismo con sus principios politeístas, incluida la figura del Emperador, Dios viviente, respetado y adorado por la sociedad romana, obligo al cristianismo a realizar una reforma de adaptación al paganismo e introdujo la doctrina mística de la Trinidad estableciendo la triada del Padre, Hijo y del Espíritu Santo a imitación de la Trinidad Capitolina representada por Júpiter, Juno y Minerva.
La fe enseñaba que Dios era uno solo y al mismo tiempo que Jesús, su Hijo era también verdadero Dios.
Se trataba de conciliar ambas verdades: si Dios es solo uno ¿Cómo es posible que Jesús sea Dios?
Las dificultades de semejante conciliación se manifiestan en una serie de luchas doctrinales durante estas hubo especialmente tres corrientes de pensamiento que terminaron en una gran confusión creando un cisma en el seno del Cristianismo y que tras la celebración del Concilio de Nicea, donde el Emperador Constantino apoyara a la corriente pagana, se disgregara en cristianos unitarios o cristianos apostólicos y cristianos trinitarios o cristianos paulinos que representa la corriente oficial del cristianismo pagano.
Nicea fue un acontecimiento trascendental para la Iglesia y para la política imperial.
En el mismo instante que el Cristianismo pagano en Nicea aprueba el misterio de la Trinidad, se producen distensiones internas.
La disputa más relevante fue protagonizada por Arrio, presbítero cristiano de Egipto, quien afirmaba que Jesús, el Hijo no era de la misma naturaleza de Dios, el Padre sino de naturaleza humana.
Decía que Jesús era únicamente el Logos, o Palabra de Dios y como tal era una criatura, un ser creado por Dios.
Esta cuestión desencadenó violentas discusiones y precisamente este apasionamiento con el que se discutía constituye la prueba de lo que la cristiandad de entonces tomaba las cuestiones relativas a la fe.
Constantino convoco un concilio de todos los obispos siendo el primer concilio ecuménico de la Cristiandad.
Al Concilio acudieron trescientos dieciocho obispos, coincidiendo con el número de siervos que Abraham en el Génesis partió para liberar a sus hermanos. El concilio se celebró en sesiones en el palacio imperial de Nicea y fue presidido por el propio Emperador como Pontífice Máximo de la Iglesia y representante de Dios en la Tierra.
El principal adversario de Arrio era Atanasio, que luego posteriormente seria nombrado patriarca de Alejandría. El Concilio condenaba la doctrina de Arrio y el Emperador despidió a los obispos exhortándolas a que no se destruyeran los unos a los otros.
La resolución del Concilio de Nicea en la forma que fue redactada en el 381d. C, como Symbolium Nicaenum es “el credo o confesión de fe” de la Cristiandad actual.
Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"
1-EL CONCILIO DE NICEA
Una de las disputas primeras que se plantean los nuevos cristianos es en relación con la figura de Jesús y las creencias pseudo paganas de la Trinidad, una transigencia concedida de la cúpula de la Iglesia legalizada al Emperador Constantino por su reconocimiento como una religión más, dentro de la sociedad romana.
Esta dicotomía existente entre el Cristianismo con el principio de “la Unicidad de Dios” y el paganismo con sus principios politeístas, incluida la figura del Emperador, Dios viviente, respetado y adorado por la sociedad romana, obligo al cristianismo a realizar una reforma de adaptación al paganismo e introdujo la doctrina mística de la Trinidad estableciendo la triada del Padre, Hijo y del Espíritu Santo a imitación de la Trinidad Capitolina representada por Júpiter, Juno y Minerva.
La fe enseñaba que Dios era uno solo y al mismo tiempo que Jesús, su Hijo era también verdadero Dios.
Se trataba de conciliar ambas verdades: si Dios es solo uno ¿Cómo es posible que Jesús sea Dios?
Las dificultades de semejante conciliación se manifiestan en una serie de luchas doctrinales durante estas hubo especialmente tres corrientes de pensamiento que terminaron en una gran confusión creando un cisma en el seno del Cristianismo y que tras la celebración del Concilio de Nicea, donde el Emperador Constantino apoyara a la corriente pagana, se disgregara en cristianos unitarios o cristianos apostólicos y cristianos trinitarios o cristianos paulinos que representa la corriente oficial del cristianismo pagano.
Nicea fue un acontecimiento trascendental para la Iglesia y para la política imperial.
En el mismo instante que el Cristianismo pagano en Nicea aprueba el misterio de la Trinidad, se producen distensiones internas.
La disputa más relevante fue protagonizada por Arrio, presbítero cristiano de Egipto, quien afirmaba que Jesús, el Hijo no era de la misma naturaleza de Dios, el Padre sino de naturaleza humana.
Decía que Jesús era únicamente el Logos, o Palabra de Dios y como tal era una criatura, un ser creado por Dios.
Esta cuestión desencadenó violentas discusiones y precisamente este apasionamiento con el que se discutía constituye la prueba de lo que la cristiandad de entonces tomaba las cuestiones relativas a la fe.
Constantino convoco un concilio de todos los obispos siendo el primer concilio ecuménico de la Cristiandad.
Al Concilio acudieron trescientos dieciocho obispos, coincidiendo con el número de siervos que Abraham en el Génesis partió para liberar a sus hermanos. El concilio se celebró en sesiones en el palacio imperial de Nicea y fue presidido por el propio Emperador como Pontífice Máximo de la Iglesia y representante de Dios en la Tierra.
El principal adversario de Arrio era Atanasio, que luego posteriormente seria nombrado patriarca de Alejandría. El Concilio condenaba la doctrina de Arrio y el Emperador despidió a los obispos exhortándolas a que no se destruyeran los unos a los otros.
La resolución del Concilio de Nicea en la forma que fue redactada en el 381d. C, como Symbolium Nicaenum es “el credo o confesión de fe” de la Cristiandad actual.
Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"