En esta
Iglesia, me ocurrio una
historia tan bonita, que quiero contarla.
Quedé citado, con la mujer que amo, me senté en el último banco, espero su llegada, ella me vió, apoyó sus manos sobre mis hombros, me volví, su visión, fué para mi una aparición y a la Iglesia de
Torre del Mar, gravamos, para siempre en nuestros corazones, no he dejado de amarla.