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Mientras el Celti comienza con el VUDÚ, para el individuo ése, le voy a pasar a la Paqui, la receta del chivo a la vallestera. Vamos a ver Paqui, imprímela, que no se pierda que no te la repita más, ¿en?. Vamos allá.
Vas a la carnicería y, compras un par de Kg de carne de chivo (ó 3), así tienes pa repetir. O, en su defecto, un chivito pequeñito, de unos 5 Kg aprox. Que te lo den todo limpito y troceaíto, que para eso te lo cobran.
Después, te vas pa tu casa y, pones una cacerola o una sartén grande en la candela. Depende de la cantidad de carne que lleves, así será la vasija para cocinarlo.
Pelas una cabeza de ajos, o más, a mí es que me encantan los ajos, sean crudos, fritos, cocidos o, asados. ¡Hummm!
Cortas un par de rebanaditas de pan ¡cateto! ¿en? ¡ca-te-to!
Ten preparado, al lado de donde vayas a guisar el chivo, otro recipiente para, cuando yo te avise, vaciar el contenido del anterior ¿ok?
Prosigamos.
Echa un buen chorreón de aceite en la sartén, o en la cacerola, a ser posible vegetal, para que no le de mucho sabor y, vacía toda la carne junto con los ajos y la rebanada de pan, para que la carne se vaya rehogando un poco y, los ajos y el pan, se vayan dorando. Cuando los ajos y el pan estén dorados (y no negros), los sacas y los echas en el recipiente vacío que tenías preparado. ¿Que se te ha olvidado? Me cagonlamá, corre por uno, venga, date prisa. Da igual, sin enjuagar, venga corre, corre, que se quema el pan y los ajos. Ahí, ahí, muy bien.
Siguiente paso. ¡Ah, se me olvidaba! El aceite, lo dejas donde estaba. Tan sólo tienes que apartar la carne, el pan y, los ajos. Bueno, pues ahora, en el aceite que hay en el recipiente, echas un poco de orégano, tomillo seco, un poco de pimentón, unos granos de pimienta y, un chorreón de vinagre. La carne que habías apartado, échala también con todo esto y, échale agua, hasta que la cubra más o menos y, la dejas hasta que hierva y la carne esté tierna, por supuesto. Ah, se me olvidaba, échale también un par de hojitas de laurel. ¡A que ya huele, a que sí, hummmmm!
Ahora, coge la batidora, mientras la carne se está guisando y, echa los ajos y el pan que tenías refrito y, le echas una poquita de sal. Si padecéis de hipertensión, por una vez no se va a enterar nadie pero, si compras sal sin sodio, mejor que mejor. En las herboristerías la venden y, en algunos súper, también. Dale al play y, que lo bata todo. Vacía el contenido en la carerola o sartén y, añádele un cuarto litro de vino blanco pero, que no sea muy malo porque, después, el que sobre, va a caer comiendo chivo. Por ej, un Alvear, Fino la Guita o, ya puestos, un finito La Ina. Si quieres, le puedes echar tambíén una botellita de esas pequeñitas de cava. No sería lo mismo pues, en lugar de chivo a la vallestera, sería a la catalana y, ¿sabes eso con qué pega?, con el jigo de turmana jajajaja.
Bueno, pues, ya hemos llegado al final. Deja esto último hervir unos cinco o seis minutillos, hasta que se haya evaporado el alcohol del vino y, la carne haya cogido el sabor de esto último. Si tú ves que te ha salido muy clarucho, o sea, con mucho caldo demasiado, échale un par de cucharadas soperas de harina y, no dejes de remover. Es, para que espese un poco pero, no le vayas a echar maizena, que le cambia el sabor.
Fríe una buena tonga de papas y, si quieres, las remueves con la carne. Si no, las pones aparte pero, mezcladas, están mejor y cogen más cuerpo.
Que lo disfrutes y, va por mí, ya lo sé. Gracias. Buenas noches.
PD.
Si esto se lo pones a los Reyes Magos, en lugar de los típicos mantecaos, mandarinas, naranjas y, plátanos y, la botella de vino al lao, te van a dejar todos los regalos a ti, hazme caso. Eso sí, a los camellos, su cubito de agua, pobrecillos.
Celtíiiiiiiiiiii, ¿por dónde vas? ¿le has clavao ya los alfileres en los Wbs? Po vamos allá. ¡Ayy! que mepinchao en un deo. Lo que no sé es lo que le vamos a clavar en la cabeza porque, alfileres de ese tamaño, no se encuentran hoy día. Pero vamos, hoy día, ni antaño. Bueno, mañana seguimos.
Vas a la carnicería y, compras un par de Kg de carne de chivo (ó 3), así tienes pa repetir. O, en su defecto, un chivito pequeñito, de unos 5 Kg aprox. Que te lo den todo limpito y troceaíto, que para eso te lo cobran.
Después, te vas pa tu casa y, pones una cacerola o una sartén grande en la candela. Depende de la cantidad de carne que lleves, así será la vasija para cocinarlo.
Pelas una cabeza de ajos, o más, a mí es que me encantan los ajos, sean crudos, fritos, cocidos o, asados. ¡Hummm!
Cortas un par de rebanaditas de pan ¡cateto! ¿en? ¡ca-te-to!
Ten preparado, al lado de donde vayas a guisar el chivo, otro recipiente para, cuando yo te avise, vaciar el contenido del anterior ¿ok?
Prosigamos.
Echa un buen chorreón de aceite en la sartén, o en la cacerola, a ser posible vegetal, para que no le de mucho sabor y, vacía toda la carne junto con los ajos y la rebanada de pan, para que la carne se vaya rehogando un poco y, los ajos y el pan, se vayan dorando. Cuando los ajos y el pan estén dorados (y no negros), los sacas y los echas en el recipiente vacío que tenías preparado. ¿Que se te ha olvidado? Me cagonlamá, corre por uno, venga, date prisa. Da igual, sin enjuagar, venga corre, corre, que se quema el pan y los ajos. Ahí, ahí, muy bien.
Siguiente paso. ¡Ah, se me olvidaba! El aceite, lo dejas donde estaba. Tan sólo tienes que apartar la carne, el pan y, los ajos. Bueno, pues ahora, en el aceite que hay en el recipiente, echas un poco de orégano, tomillo seco, un poco de pimentón, unos granos de pimienta y, un chorreón de vinagre. La carne que habías apartado, échala también con todo esto y, échale agua, hasta que la cubra más o menos y, la dejas hasta que hierva y la carne esté tierna, por supuesto. Ah, se me olvidaba, échale también un par de hojitas de laurel. ¡A que ya huele, a que sí, hummmmm!
Ahora, coge la batidora, mientras la carne se está guisando y, echa los ajos y el pan que tenías refrito y, le echas una poquita de sal. Si padecéis de hipertensión, por una vez no se va a enterar nadie pero, si compras sal sin sodio, mejor que mejor. En las herboristerías la venden y, en algunos súper, también. Dale al play y, que lo bata todo. Vacía el contenido en la carerola o sartén y, añádele un cuarto litro de vino blanco pero, que no sea muy malo porque, después, el que sobre, va a caer comiendo chivo. Por ej, un Alvear, Fino la Guita o, ya puestos, un finito La Ina. Si quieres, le puedes echar tambíén una botellita de esas pequeñitas de cava. No sería lo mismo pues, en lugar de chivo a la vallestera, sería a la catalana y, ¿sabes eso con qué pega?, con el jigo de turmana jajajaja.
Bueno, pues, ya hemos llegado al final. Deja esto último hervir unos cinco o seis minutillos, hasta que se haya evaporado el alcohol del vino y, la carne haya cogido el sabor de esto último. Si tú ves que te ha salido muy clarucho, o sea, con mucho caldo demasiado, échale un par de cucharadas soperas de harina y, no dejes de remover. Es, para que espese un poco pero, no le vayas a echar maizena, que le cambia el sabor.
Fríe una buena tonga de papas y, si quieres, las remueves con la carne. Si no, las pones aparte pero, mezcladas, están mejor y cogen más cuerpo.
Que lo disfrutes y, va por mí, ya lo sé. Gracias. Buenas noches.
PD.
Si esto se lo pones a los Reyes Magos, en lugar de los típicos mantecaos, mandarinas, naranjas y, plátanos y, la botella de vino al lao, te van a dejar todos los regalos a ti, hazme caso. Eso sí, a los camellos, su cubito de agua, pobrecillos.
Celtíiiiiiiiiiii, ¿por dónde vas? ¿le has clavao ya los alfileres en los Wbs? Po vamos allá. ¡Ayy! que mepinchao en un deo. Lo que no sé es lo que le vamos a clavar en la cabeza porque, alfileres de ese tamaño, no se encuentran hoy día. Pero vamos, hoy día, ni antaño. Bueno, mañana seguimos.