Po si subiera queao en su
casa, como decía mi agUéla, no lubiera pasao ná.
Mira que venir de tan lejos a buscar trabajo en el
Valle.
¿Habrá pasao por
pueblos?
¡Po no!, ha tenío que recalar aquí. Pero weno, ya que está, no lo vamos a echar, ¿verdad? Eso sí, matarlo tampoco, probecillo.