Po mira, a decí verdad, cuando la gente quería pues Él era tan bueno y tan noble, que se dejaba hacer lo que querían. Fuera bromas. Según me consta, solía salir, como es lógico y, más aún en un Crucificado, más bien oscureciendo, aunque en la
foto parezca de día pero, es que antes, te metía un fogonazo el fotógrafo, con el flash que se colocaba por encima la cabeza y que, a veces, tenía que llevar hasta un ayudante para que le sujetara el artilugio luminoso, que te dejaba ciego durante un buen rato.
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