Eduardo Barreiros
Eduardo Barreiros Rodríguez (Gundiás, Nogueira de Ramuín, provincia de Orense, 24 de octubre de 1919 - fue un mecánico y empresario español desde los años cincuenta hasta los noventa. Es célebre por la transformación patentada de motores de gasolina a diesel.[1] [2] La demanda de transformación de motores hace que inaugure a mediados de los años cuarenta el holding denominado Barreiros Diésel. Se convertía, de esta forma en una importante factoría de vehículos en la industria española.[3] Convirtiéndose en el mayor empresario privado del sector automovilístico español.[4] A pesar de los intentos de lograr contactos en las instituciones oficiales (INI y ENASA), ayudas financieras, y asociaciones diversas con compañías de Europa y Estados Unidos. Logra tener éxito en el campo de fabricación de motores industriales y en la de camiones, sin embargo no logra penetrar en el mercado de fabricación de turismos. Los problemas financieros provenían de la imposibilidad de descontar el gran volumen de letras que aparecían de las numerosas ventas a plazos.
En 1963 firma Barreiros un acuerdo con la multinacional Chrysler (cuya sucursal española se denomina Chrysler España). Eduardo creía haber encontrado en este acuerdo la solución a los problemas financieros que venía arrastrando. De esta forma daría continuidad a la fabricación de los motores y vehículos industriales de su marca. Pronto se hizo ver que el verdadero interés de la multinacional era otro: la introducción en el mercado europeo de los modelos Dodge Dart y Simca 1000.[5] La industria automovilística necesita de grandes inversiones y economías de escala que Barreiros no logró alcanzar. En el año 1967, cumpliendo una vigencia de tres años de acuerdo, Chrysler toma el control del 100% de la compañía en medio de una gran polémica.[6] Eduardo pierde el control de Barreiros Diesel S. A. viéndose obligado a pasar un lustro de forzosa inactividad en la industria automovilística. Regresa de nuevo en los años ochenta al mundo del motor, constituyendo la sociedad Diésel Motores Industrias, S. A. (DIMISA). Establece su última residencia en Cuba donde crea un plan de desarrollo automotriz, así como la creación de diversas industrias de automoción.
Eduardo Barreiros Rodríguez (Gundiás, Nogueira de Ramuín, provincia de Orense, 24 de octubre de 1919 - fue un mecánico y empresario español desde los años cincuenta hasta los noventa. Es célebre por la transformación patentada de motores de gasolina a diesel.[1] [2] La demanda de transformación de motores hace que inaugure a mediados de los años cuarenta el holding denominado Barreiros Diésel. Se convertía, de esta forma en una importante factoría de vehículos en la industria española.[3] Convirtiéndose en el mayor empresario privado del sector automovilístico español.[4] A pesar de los intentos de lograr contactos en las instituciones oficiales (INI y ENASA), ayudas financieras, y asociaciones diversas con compañías de Europa y Estados Unidos. Logra tener éxito en el campo de fabricación de motores industriales y en la de camiones, sin embargo no logra penetrar en el mercado de fabricación de turismos. Los problemas financieros provenían de la imposibilidad de descontar el gran volumen de letras que aparecían de las numerosas ventas a plazos.
En 1963 firma Barreiros un acuerdo con la multinacional Chrysler (cuya sucursal española se denomina Chrysler España). Eduardo creía haber encontrado en este acuerdo la solución a los problemas financieros que venía arrastrando. De esta forma daría continuidad a la fabricación de los motores y vehículos industriales de su marca. Pronto se hizo ver que el verdadero interés de la multinacional era otro: la introducción en el mercado europeo de los modelos Dodge Dart y Simca 1000.[5] La industria automovilística necesita de grandes inversiones y economías de escala que Barreiros no logró alcanzar. En el año 1967, cumpliendo una vigencia de tres años de acuerdo, Chrysler toma el control del 100% de la compañía en medio de una gran polémica.[6] Eduardo pierde el control de Barreiros Diesel S. A. viéndose obligado a pasar un lustro de forzosa inactividad en la industria automovilística. Regresa de nuevo en los años ochenta al mundo del motor, constituyendo la sociedad Diésel Motores Industrias, S. A. (DIMISA). Establece su última residencia en Cuba donde crea un plan de desarrollo automotriz, así como la creación de diversas industrias de automoción.
Biografía
Un Panhard-Levasor 10HP como el primero que empleaba su padre en la línea.
Autobús Chevrolet que adquirió tras su aprendizaje como conductor de transportes en la Guerra Civil. Tras la Primera Guerra Mundial en 1918 los países europeos comienzan a motorizarse. En buena medida comienzan a proliferar industrias automovilísticas a medida que la demanda de esta nueva forma de transporte. Los países europeos poseían diversos índices de automoción. España, a pesar de haber crecido su demanda, estaba por debajo de sus vecinos europeos.[7] El auge empresarial de Barreiros se produce en un instante de salida del periodo autárquico del franquismo, caracterizado por una expansión de las multinacionales americanas en Europa tras la Guerra Mundial. Superada la fase autárquica del franquismo, comenzó el verdadero crecimiento de la industria automovilística española. Los mandatarios realizaron una negociación con Estados Unidos que incluía sin duda el avance de la industria automovilística americana en el territorio español. Antes de 1936 la tecnología de motores disponible había sido de gasolina, y llegados los cincuenta se estaba quedando obsoleta.
Inicios y juventudNace Eduardo Barreiros en la pequeña localidad de Gundiás (parroquia de San Miguel do Campo) en la provincia de Orense en el valle del Sil.[8] Es el primero de cinco hermanos. Su padre Eduardo Barreiros Nespereira, emigró medio año antes de que naciera a Gran Canaria. Conviviendo durante este tiempo con su madre Luzdivina Rodriguez y su abuelo Francisco ayudándole con sus labores de campo. Al cumplir Eduardo los cuatro años el padre regresa a Galicia para reagruparlos, y llevarlos a la localidad de Tamaraceite (Gran Canaria). El padre había logrado activar allí un pequeña fábrica de cedazos cuya producción se encargaba el mismo de transportarla a la ciudad más cercana mediante la ayuda de dos caballos de su propiedad. Eduardo acompañaba a su padre en este transporte diario. Su hermano Valeriano nace durante este periodo de estancia en Las Palmas. Ya en el año 1925 la familia Barreiros regresa a Galicia para acompañar al abuelo Francisco que debido a la enfermedad grave que padece fallece meses después. El padre se saca el carnet de conducir y solicita al poco un permiso en Orense para explotar una línea de transporte con un autobús Panhard-Levasor 10 HP que adquiere de segunda mano.[4] El autobús de aforo de dieciocho personas. Inicia de esta forma su vinculación con la automoción al comenzar la explotación de su primera línea de autobuses. Eduardo es el mayor de sus cuatro hermanos que van naciendo en esta época orensana, de esta forma a Eduardo y Valeriano se añade Graciliano, María, Mari Luz y Celso.
En 1929 obtiene Eduardo Barreiros Nespereira la licencia para explotar la línea Orense - Los Peares (de distancia unos veinte kilómetros) con un viejo Renault. El trayecto de esta línea rural se realizaba sobre un tortuoso camino sin asfaltar. La familia residía en esta época en la aldea Los Peares, pero pronto debido al buen progreso del negocio de transportes la familia decide residir en Orense, en la calle Cardenal Quevedo. Eduardo con doce años, interrumpe sus estudios básicos para comenzar a ayudar a su padre ejerciendo de revisor en el autobús de línea, así como en las diversas labores de mantenimiento realizadas sobre el viejo autobús. Eduardo pasó de esta forma su infancia entre los motores que reparaba junto con su padre. Ya en su juventud, entra en un taller mecánico como ayudante aprendiz en el taller de Manuel Cid denominado ARCE. En esta labor de aprendiz de taller, logró conocer los aspectos relativos acerca del funcionamiento y mantenimiento de los motores de combustión interna. Durante este periodo Eduardo sufre la inestabilidad política en la República Española. Se desconoce afiliación a sindicatos.
EN EL GOLPE DE ESTADO DEL 17 DE JULIO QUE DA PASO A LA GUERRA CIVIL el joven Eduardo con el autobús de su padre se presenta a las. AUTORIDADES MILITARES DE LA CORUÑA CON EL OBJETO DE PRESTAR AYUDA De esta forma comienza Eduardo su periplo durante la contienda nacional. Durante los meses de verano y otoño de 1936 estuvo prestando AYUDA con su camión transportando las tropas BANDO FRANQUISRA en la OFENSIVA del Norte. Concretamente en el apoyo al GENERAL ARANDA EN SU ASALTO A LA CAPITAL ASTURIANA DE OVIEDO en su asalto a la capital asturiana de Oviedo. Tras completarse esta campaña, retorna a su casa paterna en Galicia y entrega el viejo autobús a su padre. REGRESA AL BANDO NACIONAL donde ejerce como conductor de autobuses de transporte de artillería al frente, primero en el puerto de Guadarrama, posteriormente al frente de Extremadura y Toledo. En 1939, tras el final del conflicto, regresa a Orense con su familia. Junto con su padre adquiere un viejo autobús de marca americana: un Chevrolet. Al poco tiempo amplían el parque con un destartalado camión Ford y un Renault. Eduardo iba recomponiendo estos viejos vehículos con diversos componentes procedentes de las chatarrerías locales, en estas operaciones mostraba gran acierto y habilidad en el terreno de la mecánica. La demanda de transporte iba creciendo en la zona gallega, y esta flota de autobuses estaba en pleno funcionamiento.
Un Panhard-Levasor 10HP como el primero que empleaba su padre en la línea.
Autobús Chevrolet que adquirió tras su aprendizaje como conductor de transportes en la Guerra Civil. Tras la Primera Guerra Mundial en 1918 los países europeos comienzan a motorizarse. En buena medida comienzan a proliferar industrias automovilísticas a medida que la demanda de esta nueva forma de transporte. Los países europeos poseían diversos índices de automoción. España, a pesar de haber crecido su demanda, estaba por debajo de sus vecinos europeos.[7] El auge empresarial de Barreiros se produce en un instante de salida del periodo autárquico del franquismo, caracterizado por una expansión de las multinacionales americanas en Europa tras la Guerra Mundial. Superada la fase autárquica del franquismo, comenzó el verdadero crecimiento de la industria automovilística española. Los mandatarios realizaron una negociación con Estados Unidos que incluía sin duda el avance de la industria automovilística americana en el territorio español. Antes de 1936 la tecnología de motores disponible había sido de gasolina, y llegados los cincuenta se estaba quedando obsoleta.
Inicios y juventudNace Eduardo Barreiros en la pequeña localidad de Gundiás (parroquia de San Miguel do Campo) en la provincia de Orense en el valle del Sil.[8] Es el primero de cinco hermanos. Su padre Eduardo Barreiros Nespereira, emigró medio año antes de que naciera a Gran Canaria. Conviviendo durante este tiempo con su madre Luzdivina Rodriguez y su abuelo Francisco ayudándole con sus labores de campo. Al cumplir Eduardo los cuatro años el padre regresa a Galicia para reagruparlos, y llevarlos a la localidad de Tamaraceite (Gran Canaria). El padre había logrado activar allí un pequeña fábrica de cedazos cuya producción se encargaba el mismo de transportarla a la ciudad más cercana mediante la ayuda de dos caballos de su propiedad. Eduardo acompañaba a su padre en este transporte diario. Su hermano Valeriano nace durante este periodo de estancia en Las Palmas. Ya en el año 1925 la familia Barreiros regresa a Galicia para acompañar al abuelo Francisco que debido a la enfermedad grave que padece fallece meses después. El padre se saca el carnet de conducir y solicita al poco un permiso en Orense para explotar una línea de transporte con un autobús Panhard-Levasor 10 HP que adquiere de segunda mano.[4] El autobús de aforo de dieciocho personas. Inicia de esta forma su vinculación con la automoción al comenzar la explotación de su primera línea de autobuses. Eduardo es el mayor de sus cuatro hermanos que van naciendo en esta época orensana, de esta forma a Eduardo y Valeriano se añade Graciliano, María, Mari Luz y Celso.
En 1929 obtiene Eduardo Barreiros Nespereira la licencia para explotar la línea Orense - Los Peares (de distancia unos veinte kilómetros) con un viejo Renault. El trayecto de esta línea rural se realizaba sobre un tortuoso camino sin asfaltar. La familia residía en esta época en la aldea Los Peares, pero pronto debido al buen progreso del negocio de transportes la familia decide residir en Orense, en la calle Cardenal Quevedo. Eduardo con doce años, interrumpe sus estudios básicos para comenzar a ayudar a su padre ejerciendo de revisor en el autobús de línea, así como en las diversas labores de mantenimiento realizadas sobre el viejo autobús. Eduardo pasó de esta forma su infancia entre los motores que reparaba junto con su padre. Ya en su juventud, entra en un taller mecánico como ayudante aprendiz en el taller de Manuel Cid denominado ARCE. En esta labor de aprendiz de taller, logró conocer los aspectos relativos acerca del funcionamiento y mantenimiento de los motores de combustión interna. Durante este periodo Eduardo sufre la inestabilidad política en la República Española. Se desconoce afiliación a sindicatos.
EN EL GOLPE DE ESTADO DEL 17 DE JULIO QUE DA PASO A LA GUERRA CIVIL el joven Eduardo con el autobús de su padre se presenta a las. AUTORIDADES MILITARES DE LA CORUÑA CON EL OBJETO DE PRESTAR AYUDA De esta forma comienza Eduardo su periplo durante la contienda nacional. Durante los meses de verano y otoño de 1936 estuvo prestando AYUDA con su camión transportando las tropas BANDO FRANQUISRA en la OFENSIVA del Norte. Concretamente en el apoyo al GENERAL ARANDA EN SU ASALTO A LA CAPITAL ASTURIANA DE OVIEDO en su asalto a la capital asturiana de Oviedo. Tras completarse esta campaña, retorna a su casa paterna en Galicia y entrega el viejo autobús a su padre. REGRESA AL BANDO NACIONAL donde ejerce como conductor de autobuses de transporte de artillería al frente, primero en el puerto de Guadarrama, posteriormente al frente de Extremadura y Toledo. En 1939, tras el final del conflicto, regresa a Orense con su familia. Junto con su padre adquiere un viejo autobús de marca americana: un Chevrolet. Al poco tiempo amplían el parque con un destartalado camión Ford y un Renault. Eduardo iba recomponiendo estos viejos vehículos con diversos componentes procedentes de las chatarrerías locales, en estas operaciones mostraba gran acierto y habilidad en el terreno de la mecánica. La demanda de transporte iba creciendo en la zona gallega, y esta flota de autobuses estaba en pleno funcionamiento.
Primeras aventuras empresarialesLas tempranas habilidades mecánicas de Eduardo Barreiros mostraban su capacidad de reparar y habilitar motores a partir de viejas piezas que recoge en los desguaces. El primer negocio de compraventa lo realiza con su primo Celso Barreiros que le compra una moto reconstruida, a partir de este momento se dedica a reconstruir diversos vehículos que descompone en sus piezas y posteriormente vende en el mercado. Estas operaciones le reportan grandes beneficios. Con ellas financia los estudios de sus hermanos menores: acompaña a su hermano Emiliano Barreiros a Madrid con el objeto de que inicie sus estudios de ingeniería, Valeriano comienza a estudiar como profesor mercantil, y Celso se hace interno en un colegio de Orense. Sus otras dos hermanas estaban internas en un convento de Orense. Todos ellos reciben los beneficios directos de sus primeras transacciones comerciales debido a la compra-venta de motores, bastidores y vehículos.
En 1940 conoce a Dorinda Ramos, la HIJA DE UN GANADERE de una aldea cercana a Gundiás. Al igual que sus dos hermanas, Dorinda se encontraba interna en un convento de Orense. Su noviazgo duraría seis años antes de contraer matrimonio. A comienzos de la década de los años cuarenta España sufría los efectos de un corte de suministro de petróleo.[9] Con el objeto de paliar esta disminución de abastecimiento de petróleo, se instalan equipos de gasógeno logrando que la mitad de los motores en España funcionasen con este sistema, al igual que hizo Italia en los años treinta durante su guerra en Etiopía.[10] Esta modificación permitía la alimentación del motor de los automóviles con los vapores y gases logrados de la combustión de leñas y carbones, realizada en una caldera situada en la parte trasera de los vehículos.
En 1945, Eduardo Barreiros vendió la línea de autobuses de su padre, así como la licencia de transporte, con la modesta cantidad de dinero que obtiene de esta venta funda BECOSA (Barreiros Empresa Constructora, S. A.). El objetivo de la compañía era la contratación de obras públicas en Galicia. Comenzó a conseguir adjudicaciones para la construcción de carreteras en Galicia, para lo cual fabricó parte de la maquinaria y utensilios que utilizaba, consiguiendo acabar las obras concedidas en tiempo récord, por disponer de maquinaria que a los demás faltaba. En 1947 se adjudica la ampliación del Puerto de Castellón. Es en el año 1948 cuando su mujer Dorinda da a luz el que será el primer hijo de la pareja: Eduardo-Javier Barreiros Ramos.
En 1940 conoce a Dorinda Ramos, la HIJA DE UN GANADERE de una aldea cercana a Gundiás. Al igual que sus dos hermanas, Dorinda se encontraba interna en un convento de Orense. Su noviazgo duraría seis años antes de contraer matrimonio. A comienzos de la década de los años cuarenta España sufría los efectos de un corte de suministro de petróleo.[9] Con el objeto de paliar esta disminución de abastecimiento de petróleo, se instalan equipos de gasógeno logrando que la mitad de los motores en España funcionasen con este sistema, al igual que hizo Italia en los años treinta durante su guerra en Etiopía.[10] Esta modificación permitía la alimentación del motor de los automóviles con los vapores y gases logrados de la combustión de leñas y carbones, realizada en una caldera situada en la parte trasera de los vehículos.
En 1945, Eduardo Barreiros vendió la línea de autobuses de su padre, así como la licencia de transporte, con la modesta cantidad de dinero que obtiene de esta venta funda BECOSA (Barreiros Empresa Constructora, S. A.). El objetivo de la compañía era la contratación de obras públicas en Galicia. Comenzó a conseguir adjudicaciones para la construcción de carreteras en Galicia, para lo cual fabricó parte de la maquinaria y utensilios que utilizaba, consiguiendo acabar las obras concedidas en tiempo récord, por disponer de maquinaria que a los demás faltaba. En 1947 se adjudica la ampliación del Puerto de Castellón. Es en el año 1948 cuando su mujer Dorinda da a luz el que será el primer hijo de la pareja: Eduardo-Javier Barreiros Ramos.