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VALLE DE ABDALAJIS: "Veamos el caso de una nación como la nuestra, pobre...

Mi abuelo estuvo en la cárcel, mas de cuatro años y, aun nadie sabe porque, a mi abuela, la raparon la cabeza y solo le dejaron un moño, para ridiculizarla y, ademas le dieron, aceite de resina, para que se fuese cagando encima.
Al hermano de mi abuelo, lo fusilaron y, como a mi abuelo, aun no sabemos porque, mi padre estuvo guardando guarros con 8 años, para quitarse el hambre.
Y según los de esta especie, los que no habíamos nacido en estos tiempos, no podemos, ni reivindicar, ni recordar, ni homenajear, a aquellos que sufrieron, la persecución, humillacion y los asesinatos, de manos de de canallas criminales, que por cierto, son votantes del PP.
Pues bien, a mi no me callareis, a no se, que vuelvan, aquellos años que tanto añorais.

"Veamos el caso de una nación como la nuestra, pobre y honrada. En ellas unos cuantos hombres de buena fe, nada revolucionarios, tuvieronla insólita ocurrencia, en las esferas del gobierno, de gobernar con un sentido de porvenir, aceptando, sinceramente, un mínimun de las más justas aspiraciones populares, entre otras, la usuaria pretensión de que el pan y la cultura estuvieran un poco al alcance del pueblo.

Se pretendía gobernar, no sólo en el sentido de la justicia, sino en provecho de la mayoría de nuestros indígenas. Inmediatamente vinos que la paz era el feudo de los injustos y de los menos. Y sucedió lo que todos sabemos, primero la calumnia insidiosa y el odio implacable, a aquellos honrados políticos, después la rebelión hipócrita de los militares, luego la rebelión descarnada, la traición y la venta de la patria a todos para salvar los intereses de unos cuantos.

El por qué de esta monstruosidad se ve muy claro desde el mirador de la guerra. La paz circundante es un equilibrio entre fieras y un gentlemen agreement. La corriente belicista es la más profunda en todo el occidente porque su cultura es preponderantemente polémica. Todas las grandes naciones están convencidas de la fatalidad de la guerra. La guerra se cotiza como amenaza y como medio de chantaje, antes de ser un hecho irremediable. España es una pieza en el tablero para la bélica partida. Y ocurrió lo inevitable.

Dos grandes potencias se propusieron eliminarla. Los españoles pensamos ingenuamente que la España propiamente dicha, no la que se vendía, tendría de su parte a dos grandes imperios. No fue así. Ambos concertaron la fórmula de no intervención con la participación de sus adversarios. Ya es voz unániume de la conciencia universal que el pacto de no intervención en España constituye una de las más grandes iniquidades de la historia"
Hemeroteca de La Vanguardia, 3 de mayo de 1938

Antonio Machado.

http://hemeroteca. lavanguardia. es/preview/1938/05/03/pagina-7 /33125233/pdf. html