Parece ser que a orillas de sus
ríos se asentaron los
romanos y los árabe, de los que se conservan monedas, sepulturas y restos de construcciones.
A finales del siglo XVI se comenzó a repoblar de nuevo el Alto
valle del Guadalhorce, todo este territorio dependía de la Villa de
Archidona. Más tarde este
pueblo se independizó de la Villa de Archidona y paso a convertirse en una Villa Nueva con
ayuntamiento propio. De aquí que se le cambiara el nombre de “Puebla del Saucedo” por “Villa Nueva del Rosario”.
Tuvo su origen en seis
caseríos de
campo situados en una realenga dentro del territorio jurisdiccional del duque de Osuna. Las
familias, los enlaces matrimoniales y la afluencia de otros vecinos de
pueblos cercanos fueron aumentando el primitivo núcleo de forma, que en los primeros años del siglo XIX sumaban 1378 habitantes. Amparados por el real decreto dado por las Cortes de
Cádiz, de fecha 7 de octubre de 1812, los habitantes de Puebla del Saucedo llevaron a efecto un deslinde y amojonamiento del término municipal, pero los vecinos de Archidona con su alguacil mayor al frente impidieron la acción con violencia. No obstante, fue realizado el mes de febrero de 1813, lo que provocó durante grandes desavenencias y disgustos entre ambas poblaciones, por lo que se estimó que la solución podría radicar en la separación de los pueblos, lo que se verificó en el mes de mayo de 1821, señalándose un término municipal de 5.700 fanegas de tierra de labor y manchones, además del trozo de tierra limítrofe con el término de
Antequera y el de
Alfarnate, quedando con ello hecha la separación de Archidona. Archidona, recurrió a la Real Cancillería de
Granada, manifestando que la Puebla del Saucedo era una
calle de Archidona y la Real Cancillería decretó la reposición solicitada. No pudiendo consentir perder su libertad, en 1824 acudió al consejo de cámara del rey exponiendo sus razones, las cuales fueron atendidas y en virtud de un real despacho del rey Fernando VII con fecha 21 de octubre de 1827, quedó separado definitivamente de Archidona. Al verificar la separación, intentaron cambiar el nombre por el de Puebla de Fernando VII, lo que no llegó a efectuarse. En 1830 se aprobó el nombre de
Villanueva del Rosario con el que actualmente se conoce.