Hola primo, aunque no escriba os sigo, me encanta que se vaya animando a entrar gente nueva y que Alfaguara nos siga informando de una forma tan amena.
Ejercicios espirituales no he hecho ni cuando estudiaba con las monjas, pero cuando vivía en Mateo de Alba he llegado a "rezar" hasta tres rosarios al día (los sábados), los demás días sólo uno (y sin que se entere nadie, me quedaba dormida, aunque tita Anita se encargaba de despertarme)
No he coincidido con yunqueranos fuera del pueblo, supongo que mi padre sí porque iba al Centro Andaluz de cada uno de los pueblos de alrededor y conocía a todos los que iban, ahora bien, si sirve, sí he conocido gaditanos, por todas partes, y es más, he escuchado, con mis hermanos, chirigotas en septiembre en Santo Toribio de Liébana, en Cantabria, a través de un móvil que llevaba un montañero cántabro enamorado de Cádiz y de sus carnavales.
¡Y deja de meterte con tu hermano, puñetero!
Ejercicios espirituales no he hecho ni cuando estudiaba con las monjas, pero cuando vivía en Mateo de Alba he llegado a "rezar" hasta tres rosarios al día (los sábados), los demás días sólo uno (y sin que se entere nadie, me quedaba dormida, aunque tita Anita se encargaba de despertarme)
No he coincidido con yunqueranos fuera del pueblo, supongo que mi padre sí porque iba al Centro Andaluz de cada uno de los pueblos de alrededor y conocía a todos los que iban, ahora bien, si sirve, sí he conocido gaditanos, por todas partes, y es más, he escuchado, con mis hermanos, chirigotas en septiembre en Santo Toribio de Liébana, en Cantabria, a través de un móvil que llevaba un montañero cántabro enamorado de Cádiz y de sus carnavales.
¡Y deja de meterte con tu hermano, puñetero!