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Amigo Alfaguara:
Veo que me conoces bien aunque yo no te tengo identificado, por tanto te ruego que si me ves por el pueblo me des el placer de saludarte.
Tus nostálgicos escritos sobre las cosas y personas de nuestro pueblo son preciosos y me hacen disfrutar al mismo tiempo que me emocionan, y, como con los años me vuelto un poco llorón, para leerte he de proveerme de un paquete de clínex.
Imagínate por tanto que habré sentido cuando he leído tu artículo sobre un lugar tan entrañable para mí como El Cine de Yunquera y sobre todo cuando mencionas el nombre de mi padre. Muchas gracias.
No obstante quiero decir que Pedro Camacho Fernández no solo fue maquinista del cine sino que la mayor parte de las cosas que en el había eran obra suya. Desde los bancos de abajo a las butacas del palco, desde la instalación eléctrica a la fontanería, las puertas, las ventanas, la estructura de la cubierta que aun hoy se conserva, el sistema de cerrar las cortinas desde la cabina de forma manual era un diseño exclusivamente suyo. Mi padre de forma autodidacta aprendió a reparar y poner a punto aquel vetusto y desgastado proyector, consiguiendo proyectar de forma decorosa, las no menos desgastadas películas que por aquellos tiempos llegaban a los pueblos.
Esta experiencia le permitió trabajar después como jefe de cabina en El Palacio del Cine, buque insignia de la cadena de cines mas fuerte de Málaga en los años setenta y ochenta, gozando de un gran prestigio profesional y personal entre sus colegas y compañeros de la capital, lo que supieron demostrarle con un sentido homenaje el dia de su jubilación.
Saludos cordiales
Veo que me conoces bien aunque yo no te tengo identificado, por tanto te ruego que si me ves por el pueblo me des el placer de saludarte.
Tus nostálgicos escritos sobre las cosas y personas de nuestro pueblo son preciosos y me hacen disfrutar al mismo tiempo que me emocionan, y, como con los años me vuelto un poco llorón, para leerte he de proveerme de un paquete de clínex.
Imagínate por tanto que habré sentido cuando he leído tu artículo sobre un lugar tan entrañable para mí como El Cine de Yunquera y sobre todo cuando mencionas el nombre de mi padre. Muchas gracias.
No obstante quiero decir que Pedro Camacho Fernández no solo fue maquinista del cine sino que la mayor parte de las cosas que en el había eran obra suya. Desde los bancos de abajo a las butacas del palco, desde la instalación eléctrica a la fontanería, las puertas, las ventanas, la estructura de la cubierta que aun hoy se conserva, el sistema de cerrar las cortinas desde la cabina de forma manual era un diseño exclusivamente suyo. Mi padre de forma autodidacta aprendió a reparar y poner a punto aquel vetusto y desgastado proyector, consiguiendo proyectar de forma decorosa, las no menos desgastadas películas que por aquellos tiempos llegaban a los pueblos.
Esta experiencia le permitió trabajar después como jefe de cabina en El Palacio del Cine, buque insignia de la cadena de cines mas fuerte de Málaga en los años setenta y ochenta, gozando de un gran prestigio profesional y personal entre sus colegas y compañeros de la capital, lo que supieron demostrarle con un sentido homenaje el dia de su jubilación.
Saludos cordiales