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ALCALA DE GUADAIRA: II. ALCALA DE GUADAIRA....

II. ALCALA DE GUADAIRA.

1. HISTORIA DE ALCALA DE GUADAIRA.

Es una villa de la provincia de Sevilla, ubicada en la Comarca Los Alcores, una meseta en la Depresión del Guadalquivir y situada a 16 km de Sevilla Capital.
Esta localidad también es conocida como Alcalá de Los Panaderos.

-Prehistoria.

La historia de Alcalá de Guadaira se remonta a la Prehistoria por la aparición de restos arqueológicos siendo los primeros hallazgos pertenecientes al Calcolítico o Edad de Cobre (2500-1500 a. C.) período donde se consolida la vida sedentaria y el hombre primitivo se asienta en lugares cercanos a los ríos y fomenta la agricultura y la ganadería. Testimonios de esta época se encuentran en los restos megalíticos de la zona de Gandul.
Durante esta época se produjeron los descensos demográficos y la concentración de la población en los centros fortificados, luchas internas por la posesión del poder político y la posesión de las tierras.

-Etapa Romana.

Fue alrededor del siglo II a. C y por su proximidad a Híspalis, centro de asimilación de la cultura romana dónde se conoce el latín, la moneda y el Derecho romano.
Durante este periodo, Alcalá disponía en aquel momento de un tesoro que representaba el río que facilitaba la fertilidad de la zona.

-Etapa Visigoda.

No se dispone de mucha información de esta etapa en esta zona pero si existen testimonios de su pasado por la aparición de numerosas lápidas e inscripciones que se conservan en el Museo de Alcalá de Guadaira.

-Etapa andalusí.

Sería en la batalla de Guadalete cuando el rey D. Rodrigo perdió su reino y tras una rápida conquista usando un sistema de capitulaciones y acuerdos se impuso la presencia árabe en Hispania.
El nombre de la villa procede de Qalat Yabir junto a la denominación del río Gudaira (Wadi Aíra) que significa Wadir. Lo importante es debido a su ubicación en un cruce de caminos y formar parte del cinturón defensivo de Híspalis.

-Etapa de la Reconquista.

Es una época importantísima para la villa y sería el rey Fernando III El Santo con la conquista de Sevilla. Sería en 1280 cuando su hijo Alfonso X El Sabio le otorga al pueblo la Carta de poblamiento, creándose la Villa de Alcalá de Guadaira.

-Edad Contemporánea.

Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba. Así también existían otras partidas como las de Bustamante, Bartolo y Trigo que actuaban en Cordoba, Sevilla y Huelva.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Alcalá de Guadaira, dentro de la provincia de Sevilla.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Alcalá de Guadaira es ocupada por el bando nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernando; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.