ANGUSTIAS...
Bendita y
santa palabra que roza mis labios,
Sacrosanto tu nombre que en mi boca se labra;
Bendita la aurora que ilumina tus ojos ,
Y bendita la luz de tu mirada.
Sublime el sereno gesto que muestra tu rostro;
Y más sublime...
La belleza milimétrica de tu cara.
Alabada la mano que enarbola la rosa:
Flor, encaje y oración callada.
Bienaventurado el crucero, que pronuncia tu nombre;
Y bendito el que de este modo, así, lo pensara.