No voy a replicarte porque estoy de acuerdo contigo, si tanta energía y dinero se invirtiera en ayudar a los que lo necesitan habría más gente
feliz. La propia
Iglesia debería limitar tanto oro y pedrería. Pero si le quitas la
fiesta, ¿quien la pisaría?, ¿cuántos cristianos habría "censados"?