Hay una palabra más bien una expresión que distingue a los alcoleanos del resto del mundo ¡Quejargo!
Su actual nombre deriva del musulmán Al-Koliah, que significa el castillejo, pequeña fortaleza. No obstante la denominación que la villa tuvo en la
antigüedad aún resulta un enigma para los filólogos más estudiosos. En la zona de Alcolea se encuentran importantes restos arqueológicos, debido al emplazamiento en la zona de dos poblamientos
romanos, Arva y Canama, dedicadas sobre todo al
comercio fluvial y a la alfarería, surtiendo de ánforas de vino y aceite al tráfico entre la bética y el imperio
romano. El emplazamiento de Arva se sitúa en la zona del
molino de la Peña de la Sal, y el Canama en la zona de la Mesa, al norte del
pueblo. Las excavaciones en la ciudad
romana de Arva) Son dignos de mención los yacimientos de: El Tejarillo. La Estacada. El Castillejo. La Mesa. La reconquista se hizo en 1.247, por los ejércitos cristianos mandados por el prior de
San Juan. Por ese motivo fue donada a la Orden
Militar de San Juan de Jerusalén. Al parecer esta pequeña fortaleza resultó ser un emplazamiento importante, estratégicametne hablando, cuando Fernando III el
Santo preparaba la conquista de
Sevilla. Por ese motivo fue donada a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, a la cual perteneció hasta el siglo XIX. Formaba parte del Priorato de
Lora del Río, del cual se escindió como encomienda en 1504, gracias a la labor del comendador frey Antón Farfán de los Godos.