BOLLULLOS DE LA MITACION: ¡CUáNTO TE AñORO BOLLULLOS! Aún te recuerdo dorado,...

¡CUáNTO TE AñORO BOLLULLOS!
Aún te recuerdo dorado, verde, brillante, azul y con ese aire puro refrescante.
Los juegos en la calle, en la puerta del almacén de Santiago. Las cunetas llenas de yerba y de trastos viejos.
Apenas pasaban coches por la carretera, si acaso loas carretas cargadas de chamiza, los cabreros y los autobuses de línea de la Empresa Suárez.
Eran otros tiempos. ¡Sí, eran tiempos muy duros! El franquismo, la religiosidad y la emergente televisión española del régimen, pero ¡yo era tan feliz!
Nunca fui un niño muy carismático, ni peleón. A mí sólo me gustaba divertirme: jugar a indios y vaqueros, a Tarzán, a los romanos y al fútbol (¡Quién me iba a decir a mí que, con lo malo que yo era, iba a enseñar a otros a jugar!).
Recuerdo la escuela del Cementerio Viejo, con sus dibujos disney que había pintado a tiza Don Francisco, el maestro, al que todos decíamos que era hijo de don Pedro(¡Por los dientes de conejo, ja, ja, ja!)Las misas ruidosas de 11 y media a 12 y luego a ¡correr como galgos para ver una Tarzán o de Brazo de Hierro en el Cine de Juanito (¿Os acordáis cuando el bueno salvaba a la chica en peligro?).
La pandilla del barrio del la Calle del "Prao": a Joaquín "el de Estrella", El "Cano" del "Bascalera", A Manolo "el rano", a Jaime "el oso", a José María "Morranguina", a Emilio y su pobre y fallecido hermano Eulogio, a Joaquín Moreno, a Cecilio y Rafael, ¡Qué buena gente eran! (supongo que lo seguirán siendo) También había algunos de nefasto recuerdo para mí: "El Carallo" (nunca ha sido noble) y "El Jabero" (que, según tengo entendido es un hombre formal ahora).Pues ya los juegos de "piola", el trompo, los varazos, stop, estarlux, y demás juegos de la calle no volverán. Y aquel Bollullos se perdió con mi niñez, sólo quedan el recuerdo gris y añejo de mi pueblo viejo.