Cantillana es un pueblo esplendido, que puede presumir de muchas cualidades, entre ellas sus fiestas. Pero le pierde el maldito fanatismo que divide a familias y amigos. Este rencor envidioso saca lo peor de las personas. Hablo con conocimiento de causa porque aunque no soy cantillanera llevo 20 años casada con un cantillanero que por cierto no es fanatico, pero sí muchos miembros de su familia. He vivido las dos Fiestas, Asunción y Pastora pero me aburre este pique odioso. BESOS A CANTILLANA