Las cabañas eran circulares en torno a los 2-2,5 m de diámetro y parcialmente excavadas en la
roca con un alzado formado por un pequeño zócalo de
piedras, cubierta de ramajes y enlucida con barro. Los silos próximos a las cabañas eran circulares, de perfil troncocónico o acampanado, estaban también excavados en la roca y su finalidad era la de almacenar el grano. Posteriormente a su uso, las estructuras subterráneas fueron colmatadas con basuras, entre las que se encontraron los utensilios usados por estas comunidades, como
cerámicas fabricadas a mano, dientes de hoz y cuchillos tallados en
piedra, punzones de hueso y restos de escoria de cobre, junto a numerosos huesos de los animales que les servían de alimentación.