Bronce Inicial. Sus brazos aparecieron flexionados de tal forma que su mano derecha estaba debajo de su mejilla, mientras que la izquierda sostenía una ofrenda de carne. Sobre la repisa debió ir el vaso que, conteniendo algún líquido, completaba el ajuar. La tumba debió cubrirse con lajas de piedra que ya habían desaparecido desde antiguo. Los datos que tenemos para Carmona son escasos e insuficientes todavía para ofrecer un panorama claro de la morfología, estructura y extensión del poblado.