Carmona y Tartessos: Bronce Final y Primer Hierro. A principios del I milenio se documentan los primeros grupos que conformarían el substrato étnico de Tartessos y que, en poco tiempo, llegan a ocupar todo el occidente de la actual
Andalucía. Se fundan nuevos poblados a la vez que se reocupan otros habitados con anterioridad. Estas gentes no parecen emparentarse en ningún aspecto con las poblaciones antes descritas, lo que permite pensar que su presencia se debe a migraciones que se expandieron rápidamente atraídos por los abundantes recursos del bajo Guadalquivir, y también por una mejora en las condiciones climáticas.