Carmona y Tartessos: Bronce Final y Primer Hierro. Los primeros indicios de contacto entre los indígenas y fenicios están representados por restos de
cerámica fabricada a torno fechada en el siglo VIII a. C.. Con posterioridad, y ya en los siglos VII y VI a. C., se evidencian en
edificios construidos con técnicas claramente orientales. En el año 1988, en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el solar n.º 2 de la
calle Higueral, se halló un muro de 1,1 m de anchura que estaba construido con aparejo mixto de sillares y mampostería.