Carmona y Tartessos: Bronce Final y Primer Hierro. Los edificios se organizaron con un esquema urbanístico planificado, que marcaría el origen urbano de la ciudad. Este núcleo protourbano, se defendió con una muralla en talud realizada de mampostería en seco que defendía el flanco oeste, el más vulnerable. Este incipiente núcleo fue concentrando y transformando todo el poblado en un proceso que culminaría a mitad del siglo VI, cuando la caída de Tiro desmoronaría la estructura comercial fenicia arrastrando hacia la ruina al mítico Tartessos