Su fundación fue autorizada por bula del Papa Pío II en 1460, a petición de doña Teresa y doña Beatriz de Salcedo. Desde su origen contó con grandes donaciones entre las que destaca la de Beatriz Pacheco, duquesa de
Arcos, tras su muerte en 1511. Su construcción se llevó a cabo entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI, como lo demuestra su estructura interior. La
iglesia cuenta con una sola nave de forma rectangular, cubierta con una techumbre de madera, siguiendo el modelo sevillano de
convento mudéjar. La cabecera, cubierta con una
bóveda de crucería
gótica, remite a un estilo mucho más habitual en el
arte puramente cristiano de la época.