Desde junio de 2009, el conjunto conventual se encuentra abierto al público, pudiendo acceder los visitantes a la
iglesia, el
claustro y el
coro bajo. Además, dentro del itinerario de las visitas, también se puede acceder a la
torre-
mirador del
convento desde la que se aprecian unas vistas de
Carmona y su entorno únicas y prácticamente desconocidas hasta ahora. De hecho, esta torre, cuya construcción data del siglo XVIII, según esquema del barroco tardío, es quizás el elemento más emblemático del convento.