Para su apertura a los vistantes se han instalado en ella diferentes paneles explicativos que abarcan la
historia de esta comunidad y la evolución del
edificio. Además, este recinto religioso tiene la particularidad de que fue modelo para otros
conventos de Hispanoamérica, especialmente en las ciudades de Arequipa y Cuzco. En 1.997 fue declarado Bien de Interés Cultural.