Esta posibilidad de visitar el
convento ha sido posible gracias al convenio de colaboración que se ha firmado entre el
Ayuntamiento de
Carmona y la Comunidad de Religiosas Franciscanas Clarisas del
Monasterio de
Santa Clara. Un bonito ejemplo de cómo conseguir que los
edificios no se vengan abajo o abandonen su función por desidia de-quien-corresponda.