En
Carmona tienen fama las clarisas por los dulces que elaboran. Una
tradición de siglos que sigue conquistando los paladares más selectos desde hace centurias. Las hermanas todavía habitan en su interior, en un conjunto articulado en torno a un compás alrededor del que se levantan la
iglesia y el
claustro. Está construido sobre un espacio segregado del conjunto palaciego que la
familia Ponce de
León poseía en la collación carmonense de Santiago.