De entre las que se hallan en esta zona llaman la atención el
Cristo de las Tres Caídas, de finales del XVII, atribuido al círculo de Francisco Ruiz Gijón, y un Ecce Homo, anónimo sevillano del XVIII —con rasgos que recuerdan indudablemente a
Montes de Oca— al que hasta hace poco acompañaba una clámide del XIX. Las hermanas pusieron desde hace meses en marcha una campaña para restaurarlo.