La imagen abigarrada del casco histórico de
Carmona puede servir de aproximación a la fisonomía urbana de época islámica, con la salvedad de que en esa época había muchos más baldíos, sobre todo en la zona más cercana a la
muralla. Otra noticia habla de la construcción de un arsenal en la ciudad, como prevención ante ataques inesperados, como el que se produjo en el 844 en
Sevilla y que tuvo por protagonista a una flota de vikingos. Es la única mención que contienen las
fuentes a la existencia de
arquitectura industrial en Qarmuna. Sobre su localización, la hipótesis más viable es la que se deriva de la existencia de dos
calles denominadas Atarazana y Atarazanilla.