Del texto del repartimiento de
Carmona se conserva una copia de siglo XV, que se supone bastante fiel con respecto al documento original. Al repartimiento inicial de Fernando III se superpone el de Alfonso X en el que se distinguen claramente dos secciones, en función del destinatario de las propiedades distribuidas: «donadíos» cuando los beneficiarios son miembros de la
familia real u órdenes
militares y «heredamientos» cuando son concedidas a los pobladores propiamente dichos.