En esta etapa,
Carmona adquiere muchos de los rasgos que caracterizan su fisonomía actual. Hacia 1411 se constituyen las collaciones parroquiales, germen de los actuales
barrios:
Santa María, Santiago,
San Salvador, San Blas, San Felipe y San Bartolomé intramuros y San Pedro del Arrabal y San Mateo del Arrabal fuera de
murallas. En 1424 se derriba la mezquita mayor para construir el templo principal de la ciudad, la Prioral de Santa María. 1463 es el año de la primera fundación conventual de Carmona, ciertamente tardía en comparación con otras ciudades, levantándose el
convento de Santa Clara asomado a la
calle Mayor.