En la actual
Plaza de
San Fernando se encontraba un
foro romano con
columnas corintias y sus respectivos
capiteles corintios. A este foro se podía llegar por la antigua
Vía Augusta. Uno de los restos
romanos más destacables es la Necrópolis de
Carmona, de en torno al siglo I. Tras la invasión musulmana del siglo viii pasó a ser la capital de uno de los reinos de Taifas. Fue reconquistada en 1247 por Fernando III el
Santo, que la repobló y la dotó de fuero propio.