También se conserva un anfiteatro
romano. En cierta forma, como las
murallas fueron usadas por todas las civilizaciones que se asentaron en la urbe, los muros que se conservan son también herencia
romana, modificada posteriormente. Dentro de la
arquitectura defensiva cuenta con el Alcázar del Rey Don Pedro (convertido en
parador), la
Puerta de
Sevilla (fortificada a modo de pequeño alcázar), la Puerta de
Córdoba y la
Torre del Picacho.