" La Semana Santa en Sevilla es para muchos Sevillanos la celebración más importante del año, incluso por delante de la feria de Abril. Para muchos de ellos, realizar las labores de costalero, es un gran honor. "
La Semana Santa en Sevilla es tradicionalmente una de las más importantes de España, por lo que atrae una gran cantidad de devotos de otras localizaciones Españoles y multitud de turistas.
La Semana Santa sevillana es el buque insignia de esta festividad, es un claro referente para el resto de las comunidades, ya que como en ninguna otra se vive esta celebración. En esencia, la Semana Santa de Sevilla es la escenificación de la Pasión de Jesucristo en diferentes episodios, los cuales vienen representados por esculturas de gran valor artístico y religioso, que son portadas en grandes parihuelas y acompañadas por nazarenos, este conjunto configura lo que se conoce como paso o paso de palio.
Los nazarenos que acompañan al paso de palio son los penitentes, este cargo es un honor que los sevillanos viven con orgullo, en muchas hermandades hay listas de espera de aquellos que quieren pertenecer a ella y salir en Semana Santa acompañándolo, además es algo que pasa de generación en generación, por eso no todos pueden llegar a ser nazarenos y es algo muy respetado.
Lo mismo ocurre con los costaleros, estos son los que llevan el peso de toda la estructura del paso a sus espaldas. Tienen una labor muy importante, ya que ellos son los que llevan el paso, marcando un ritmo determinado que varía dependiendo de la hermandad y los recorridos que tienen marcados.
Ser costalero requiere una gran preparación, trabajo en equipo, ya que todos ellos se tienen que mover en perfecta sincronización o la estructura podría romperse al perder el equilibrio, y también es necesaria una gran capacidad de sacrificio, ya que llevar el paso no es nada sencillo. De hecho, en Sevilla podemos ver azulejos en las paredes de los recorridos de las hermandades de Semana Santa que recuerdan a aquellos costaleros que fallecieron llevando el paso.
Los costaleros son guiados por las ordenes de un capataz que les indica los movimientos que han de hacer para ir sacando el paso adelante, ya que bajo la estructura de este los costaleros no ven nada.
La comitiva suele ir acompañada también por la banda musical de la hermandad.
Esta es, a grandes rasgos, los componentes más importantes de una procesión.
Los orígenes de estas procesiones se remontan al concilio de Trento. Comenzaron siendo simples Via-Crucis, aunque la devoción de la gente por determinadas imágenes dieron lugar a la creación de diferentes asociaciones. Algunas procesiones nos dan la pista de su origen gremial, como la de los negritos, la carretería... ya que los gremios de la época del barroco también acabaron organizando sus propias celebraciones religiosas alrededor de sus imágenes más veneradas.
Esto acabó conformando lo que hoy se conoce como Hermandades, y que reune a distintos barrios o parroquias venerando a la imagen que en su templo tienen. Así nos encontramos con las famosas hermandades de: La Macarena, San Bernardo, San Julián entre las hermandades más antiguas o más recientemente San Gonzalo, Tiro de Línea, Nervión, el concepto barrio y el concepto hermandad son sólo uno.
Las Hermandades más conocidas de la Semana Santa son las sevillanas, preparan el culto de esta festividad durante todo el año para dar lo mejor de sí mismos. Para muchos sevillanos es incluso más importante que la Feria de Abril. Hoy en día, la obligación principal de las hermandades consiste en llevar a sus titulares en estación de penitencia, desde su sede o capilla, a la Catedral, y desde allí volver a su iglesia. Esto se hace a través de un recorrido fijado de antemano y sujeto a un rigurosísimo control horario, tanto una cosa como la otra es absolutamente inalterable y si por cualquier razón, meteorológica o de fuerza mayor no se puede o se piensa que no es posible hacer la estación completa, ésta se suspende y la hermandad en concreto tendrá que esperar todo un año para volver a intentarlo. Hay que tener en cuenta que muchas de las esculturas que componen estos pasos son auténticas obras de arte, muy delicadas, y que sólo se las saca de su templo para esta ocasión y cualquier riesgo que puedan correr ha de ser calculado.
No es extraño en esas fechas que se tenga que suspender un paso por la lluvia, que suele ser la causa más común, ya que aparte de la escultura en sí, que suelen ser tallas de madera con varios siglos de antigüedad, estas son vestidas y decoradas con ropajes, mantos y joyas de gran valor, al igual que toda la estructura ornamental donde irá situada la imagen y que llevaran los costaleros.
Es el trabajo de todo un año de la gente de la hermandad, al final la última palabra de si un paso sale o no, la tiene el párroco de la iglesia, que si ve una posibilidad de que el conjunto pueda ser dañado, este no saldrá hasta el siguiente año.
En Sevilla, la Semana Santa se vive con una especial intensidad, cada comunidad tiene su manera particular de celebrarla, pero la que muestra más la pasión y la esencia de la festividad es la sevillana. En Sevilla podemos encontrar las hermandades más antiguas, las tradiciones más arraigadas y es el ejemplo de una auténtica Semana Santa. Es uno de los reclamos turísticos más importantes de la ciudad, por lo que encontrar hoteles en Sevilla con habitaciones libres suele ser complicado sino se ha preparado la visita estos días con anterioridad.
Las procesiones sevillanas rivalizan entre ellas en belleza, colorido y devoción. Es muy típico de aquí el cantar las saetas al paso de la procesión. Dichos cánticos encogen el corazón de los asistentes y contagian a cualquiera que esté presente. Todos estas tradiciones hacen que sea una de las más conocidas y de las ciudades más visitadas para celebrarla. A largo del recorrido de las procesiones, los pasos hacen paradas en las que los fieles desde los balcones cantan saetas a las imágenes. Si bien estas paradas no son espontáneas, ya que todo el recorrido está cronometrado, a lo largo del trayecto se pueden escuchar saetas que entonan los asistentes y que añaden más emoción a las procesiones.
Durante esta festividad la ciudad da la bienvenida a una gran cantidad de turismo que acude para disfrutar de ella, puesto que se ha convertido en un atractivo turístico de interés mundial.
En estas fechas la ciudad está preparada para recibir a todos aquellos que quieran compartir con ellos las celebraciones y los actos religiosos están organizados a conciencia, se alquilan sillas para los asistentes, se facilitan los trayectos para que todo el mundo sepa el recorrido de la procesión.
Lo mejor para disfrutar de ello es informarnos con antelación de la procesión que más nos interesa ver y conocer su trayecto, ya que muchas de ellas se celebran al mismo tiempo, en distintas partes de la ciudad.
Felices Pascuas de Resurrección a todos los de Castilleja de la Cuesta y en particular a ti, Castilleja.
Un abrazo también para Pepe.
La Semana Santa en Sevilla es tradicionalmente una de las más importantes de España, por lo que atrae una gran cantidad de devotos de otras localizaciones Españoles y multitud de turistas.
La Semana Santa sevillana es el buque insignia de esta festividad, es un claro referente para el resto de las comunidades, ya que como en ninguna otra se vive esta celebración. En esencia, la Semana Santa de Sevilla es la escenificación de la Pasión de Jesucristo en diferentes episodios, los cuales vienen representados por esculturas de gran valor artístico y religioso, que son portadas en grandes parihuelas y acompañadas por nazarenos, este conjunto configura lo que se conoce como paso o paso de palio.
Los nazarenos que acompañan al paso de palio son los penitentes, este cargo es un honor que los sevillanos viven con orgullo, en muchas hermandades hay listas de espera de aquellos que quieren pertenecer a ella y salir en Semana Santa acompañándolo, además es algo que pasa de generación en generación, por eso no todos pueden llegar a ser nazarenos y es algo muy respetado.
Lo mismo ocurre con los costaleros, estos son los que llevan el peso de toda la estructura del paso a sus espaldas. Tienen una labor muy importante, ya que ellos son los que llevan el paso, marcando un ritmo determinado que varía dependiendo de la hermandad y los recorridos que tienen marcados.
Ser costalero requiere una gran preparación, trabajo en equipo, ya que todos ellos se tienen que mover en perfecta sincronización o la estructura podría romperse al perder el equilibrio, y también es necesaria una gran capacidad de sacrificio, ya que llevar el paso no es nada sencillo. De hecho, en Sevilla podemos ver azulejos en las paredes de los recorridos de las hermandades de Semana Santa que recuerdan a aquellos costaleros que fallecieron llevando el paso.
Los costaleros son guiados por las ordenes de un capataz que les indica los movimientos que han de hacer para ir sacando el paso adelante, ya que bajo la estructura de este los costaleros no ven nada.
La comitiva suele ir acompañada también por la banda musical de la hermandad.
Esta es, a grandes rasgos, los componentes más importantes de una procesión.
Los orígenes de estas procesiones se remontan al concilio de Trento. Comenzaron siendo simples Via-Crucis, aunque la devoción de la gente por determinadas imágenes dieron lugar a la creación de diferentes asociaciones. Algunas procesiones nos dan la pista de su origen gremial, como la de los negritos, la carretería... ya que los gremios de la época del barroco también acabaron organizando sus propias celebraciones religiosas alrededor de sus imágenes más veneradas.
Esto acabó conformando lo que hoy se conoce como Hermandades, y que reune a distintos barrios o parroquias venerando a la imagen que en su templo tienen. Así nos encontramos con las famosas hermandades de: La Macarena, San Bernardo, San Julián entre las hermandades más antiguas o más recientemente San Gonzalo, Tiro de Línea, Nervión, el concepto barrio y el concepto hermandad son sólo uno.
Las Hermandades más conocidas de la Semana Santa son las sevillanas, preparan el culto de esta festividad durante todo el año para dar lo mejor de sí mismos. Para muchos sevillanos es incluso más importante que la Feria de Abril. Hoy en día, la obligación principal de las hermandades consiste en llevar a sus titulares en estación de penitencia, desde su sede o capilla, a la Catedral, y desde allí volver a su iglesia. Esto se hace a través de un recorrido fijado de antemano y sujeto a un rigurosísimo control horario, tanto una cosa como la otra es absolutamente inalterable y si por cualquier razón, meteorológica o de fuerza mayor no se puede o se piensa que no es posible hacer la estación completa, ésta se suspende y la hermandad en concreto tendrá que esperar todo un año para volver a intentarlo. Hay que tener en cuenta que muchas de las esculturas que componen estos pasos son auténticas obras de arte, muy delicadas, y que sólo se las saca de su templo para esta ocasión y cualquier riesgo que puedan correr ha de ser calculado.
No es extraño en esas fechas que se tenga que suspender un paso por la lluvia, que suele ser la causa más común, ya que aparte de la escultura en sí, que suelen ser tallas de madera con varios siglos de antigüedad, estas son vestidas y decoradas con ropajes, mantos y joyas de gran valor, al igual que toda la estructura ornamental donde irá situada la imagen y que llevaran los costaleros.
Es el trabajo de todo un año de la gente de la hermandad, al final la última palabra de si un paso sale o no, la tiene el párroco de la iglesia, que si ve una posibilidad de que el conjunto pueda ser dañado, este no saldrá hasta el siguiente año.
En Sevilla, la Semana Santa se vive con una especial intensidad, cada comunidad tiene su manera particular de celebrarla, pero la que muestra más la pasión y la esencia de la festividad es la sevillana. En Sevilla podemos encontrar las hermandades más antiguas, las tradiciones más arraigadas y es el ejemplo de una auténtica Semana Santa. Es uno de los reclamos turísticos más importantes de la ciudad, por lo que encontrar hoteles en Sevilla con habitaciones libres suele ser complicado sino se ha preparado la visita estos días con anterioridad.
Las procesiones sevillanas rivalizan entre ellas en belleza, colorido y devoción. Es muy típico de aquí el cantar las saetas al paso de la procesión. Dichos cánticos encogen el corazón de los asistentes y contagian a cualquiera que esté presente. Todos estas tradiciones hacen que sea una de las más conocidas y de las ciudades más visitadas para celebrarla. A largo del recorrido de las procesiones, los pasos hacen paradas en las que los fieles desde los balcones cantan saetas a las imágenes. Si bien estas paradas no son espontáneas, ya que todo el recorrido está cronometrado, a lo largo del trayecto se pueden escuchar saetas que entonan los asistentes y que añaden más emoción a las procesiones.
Durante esta festividad la ciudad da la bienvenida a una gran cantidad de turismo que acude para disfrutar de ella, puesto que se ha convertido en un atractivo turístico de interés mundial.
En estas fechas la ciudad está preparada para recibir a todos aquellos que quieran compartir con ellos las celebraciones y los actos religiosos están organizados a conciencia, se alquilan sillas para los asistentes, se facilitan los trayectos para que todo el mundo sepa el recorrido de la procesión.
Lo mejor para disfrutar de ello es informarnos con antelación de la procesión que más nos interesa ver y conocer su trayecto, ya que muchas de ellas se celebran al mismo tiempo, en distintas partes de la ciudad.
Felices Pascuas de Resurrección a todos los de Castilleja de la Cuesta y en particular a ti, Castilleja.
Un abrazo también para Pepe.