La villa es de origen
romano, según muestran los numerosos hallazgos cerámicos y las tumbas encontradas en el lugar; así como tégulas, ladrillos y restos de construcciones y pavimentos. Se han hallado
mosaicos con temas geométricos policromados, pequeñas
esculturas de bronce y abundantes muestras de terra sigilata. En la época árabe hubo varias alquerías y constituyó un punto de defensa frente a las incursiones cristianas y frente al reyezuelo de
Huelva En el siglo XIII perteneció al
campo de Texada, alcanzándose gran importancia, hasta el punto de disputarle la primacía de la comarca a
Sanlúcar la Mayor.