Las
minas del
Cerro del Hierro, que se explotaron desde la época
romana para la extracción del mineral y en nuestros días es un atractivo turístico y un enclave natural y paisajístico poco común. Debido al mineral de hierro las
rocas toman un tono rojizo, como si fueran trrozos de metal oxidado. Si lo visitáis, llevaros un imán y pasadlo por el suelo para ver como las trazas del mineral se pegan a ´él.