Construído por el primer marqués de Peñaflor, Juan Tomás Fernández de Henestrosa y Aguilar-Ponce de León, este palacio cuyas obras se prolongaron a lo largo del siglo XVIII es curioso por su alargada forma en curva que impide ver su final de un solo golpe de vista. El portal está flanqueado por dos esbeltas columnas, cuya historia (de su veracidad no respondemos) refiere que por rivalidad con el marqués de Benamejí, Fadrique de Dermuy Altamirano, que había hecho un portal similar en su palacio, pero con dos columnas a cada lado, mandó decorar el balcón de encima del portal con unas nuevas columnas salomónicas para no ser menos que el de Benamejí.