La imagen del Stmo.
Cristo de Confalón está datada en el siglo XVI, de estilo renacentista con influencia
gótica, de autor desconocido y que fue restaurada en el año 2000.
Está clavado en una
cruz ebonizada, con taracea de nácar, marfil y carey.
Procesiona en un paso (trono) al más puro estilo ecijano (llevado a hombros de sus hermanos en dos “remuas”, la de los altos y la de los bajos), con peana barroca del siglo XVIII dorada.
Es iluminado con candelabros de metal sobredorado en oro fino de guardabrisas y tulipas con lágrimas de cristal de
roca.
La Sagrada Imagen del Santísimo Cristo de Confalón fue encontrada en el centenario
pozo existente en la
finca "Los Mutimentos", la cual se encuentra a unos 15 kilómetros de nuestra Ciudad, en la margen izquierda de la
carretera de
Écija - El Rubio.
La extraordinaria
antigüedad del pozo es evidente, ya que, en la construcción de la caña o pared interior del pozo, no se empleó ni tan siquiera el ladrillo, sino únicamente
piedras perfectamente dispuestas unas sobre otras, permaneciendo así hasta nuestros días.
El sorprendente hallazgo del Cristo lo llevaron a cabo un grupo de campesinos cuando se disponían a sacar
agua del pozo, tarea ésta que no pudieron realizar en un principio, pues la cuerda que estaban empleando para tal fin parecía haber quedado atrapada en el fondo del pozo.
Lo intentaron unos y otros y, más tarde, todos a la vez, pero no conseguían más que agotar sus fuerzas y hundirse en el barro.
Entonces pensaron quitarse los zapatos, ya que tanto barro les resultaba molesto y fue en aquel momento, una vez descalzos, cuando con suma facilidad pudieron subir la cuerda quedando sorprendidos y maravillados al ver la imagen del Cristo que acababan de elevar hasta la superficie y que, en aquel momento, tenía los brazos articulados.
El hecho de que el Cristo estuviese oculto en el pozo pudo deberse a algún momento de inestabilidad social o política, en los que se habrían realizado constantes destrozos y saqueos en los templos, situación, ante las que algunas personas pudieron decidir proteger la imagen ocultándola de este modo.
Aquel grupo de campesinos decidió transportar la Sagrada Imagen en una
carreta hasta El Rubio; pero el buey, que tiraba de la misma parecía no querer tomar aquella dirección, pues no daba un solo paso por más que lo intentaron aquellos hombres.
Cuando el animal se puso en
camino, lo hizo en dirección a Écija y aunque intentaron reconducirlo, fue en vano.
Pronto comprendieron aquellos campesinos que sería voluntad de Dios que el destino de la Sagrada Imagen fuese la Ciudad de Écija.
Al llegar a nuestra Ciudad, les sorprendió una gran
tormenta y, justo ante las
puertas del
Convento de la Victoria, se detuvo de nuevo el animal.
Fue entonces cuando los P. P. Mínimos de
San Francisco de Paula abrieron de par en par las puertas del Convento para dar
refugio a aquella Sagrada Imagen a la que se le rinde culto en este templo desde aquel día.
El Cristo de Confalón es también conocido como el Cristo de los labradores, ya que cuando hay escasez de
lluvia, la Sagrada Imagen es sacada en rogativa.
Según consta en los libros de la Hermandad y por lo que también se recuerda de los últimos años, siempre que ha salido han tenido lugar abundantes
lluvias.
Existe creencia antigua entre las
familias confaloneras, que el paso del Confalón hay que llevarlo descalzo, en caso contrario no se podría levantar, hasta nuestro días, para cualquier movimiento que se le tenga que hacer, los hermanos se descalzan.
Los hermanos de Paso de Confalón, realizan toda la
Estación de Penitencia portando sobre uno de sus hombros el Paso de su Cristo, “DESCALZOS”, sin costal ni almohada, solo se interpone entre su piel y la madera fría del Paso, la tela de su camisa blanca.