En el siglo XVIII
Écija vivía una importante etapa de esplendor arquitectónico. Las grandes
familias adineradas, fueran nobles, terratenientes o burguesía comercial, se dedicaban a la construcción de numerosos
palacios y
casas que compartirían espacio con
edificios públicos y ejemplos de
arquitectura sacra. La profusión de edificios aportó un importante número de soluciones diferentes y un amplio repertorio de soluciones formales en
fachadas, plantas, distribución interna de los edificios,... Además, se sobrepasaban los límites de la cerca musulmana y se comenzaba a construir extramuros.
Uno de los ejemplos de esas primeras construcciones más allá de la
muralla se ubica en La Calzada. En concreto, es la
fachada de una
casa-
palacio de origen hidalgo, hoy con el número 24, que se construyó durante el siglo XVIII. Se trata de un
edificio del que destaca su fachada de ladrillos vistos, con dos plantas y un
mirador en la última planta con cinco vanos de
arcos de medio punto.
La
portada es adintelada realizada con ladrillo cortado y flanqueada por cuatro
ventanas sobre pinjantes, dos a cada lado. Sobre el vano central se eleva un
frontón curvo muy moldurado rematado por tres elementos piramidales terminados con bolas. En el interior del frontón aparecen dos inscripciones: J. H. S. y M. JOSEPH.