Desde el punto de vista constructivo el conjunto
edificio destaca en altura del conjunto de
casas que lo rodean, sobresaliendo volumétricamente, los
tejados a dos
aguas de la nave central, la
capilla sacramental, la
torre y la
portada principal.
Hacia 1450 fue elevada a la categoría de
Parroquia, lo que obligó a iniciar la construcción de un nuevo templo, cuya
iglesia gótico-mudéjar con tres
portadas de acceso, se encuadra dentro del círculo
artístico de la
Catedral de
Sevilla,
La Iglesia parroquial de Santiago se halla edificada a muy poca distancia del
castillo y fortaleza de la ciudad de Utrera. Tiene amplias proporciones y en ella se aprecia el paso de los estilos arquitectónicos a través de los tiempos.
El templo que hoy se conserva es obra
gótica del siglo XV en adelante y consta de tres naves de la misma altura al modo de las
iglesias de planta de
salón. Los
arcos son todos ojivales y las
columnas tienen los fustes compuestos por haces y nervaduras muy semejantes a las de la catedral de Sevilla. A los pies de la iglesia se descubren huellas renacentistas, y la
Puerta Mayor o del Perdón es de un gótico isabelino muy interesante de hacia 1525. Un robusto
arco carpanel soporta la torre, mientras que toda la
fachada presenta los elementos mudéjares más diversos. La cabecera, crucero y sacristía son de Lorenzo de Aredo, de 1.596.
La fachada principal, de fines del siglo XV, situada en el muro de los pies, aparece rehundida y cobijada en arco carpanel que sirve de arranque a la torre. Esta, de cantería y ladrillo, está situada a los pies de la iglesia y tiene tres cuerpos. La portada del Evangelio tiene pilastras y arquitrabe fajados, confrontón triangular y
escudo. La de la Epístola con pilastras cajeadas, friso con triglifos y remate decorado con un sol.