Fundación
La antigua
iglesia parroquial de
Santa María pertenecía al tipo de iglesia
gótico-mudéjar. Parece ser que fue edificada por D. Pedro Fernández Gragera, Caballero al servicio de
San Fernando en la Reconquista de
écija. Según las
fuentes estaba terminada en 1262.
Concebida estructuralmente con tres naves y cabecera poligonal, se le añadieron con posterioridad dos naves laterales, por lo que su planta era irregular, contando con
torre,
patio de naranjos y
cementerio. El
edificio sufrió importantes reformas a lo largo de los siglos XVI y XVII, siendo la iglesia derribada en 1758 y construida de nueva planta.
Iglesia
La iglesia cuenta en la actualidad con
claustro, torre, y dos
portadas de acceso, una situada a los pies de la nave central y otra en la nave de la Epístola.
En 1758 se colocó la primera
piedra, bendiciéndose el presbiterio y crucero en 1778, pero prolongándose la finalización de las obras hasta la primera década del siglo XIX. Probablemente el proyecto se deba a Pedro de Silva, sucediéndose en la dirección de las obras Antonio y Ambrosio de Figueroa, José álvarez y Fernando Rosales. Otros directores de obras fueron los maestros alarifes locales José Páez de Carmona, José Pérez Bueno, Joaquín Herrera y Fernando Martín Bizarro.
El edificio presenta planta rectangular, de tres naves cubiertas por
bóvedas vaídas,
capilla mayor profunda con
bóveda de cañón y lunetos, y
cúpula sobre pechinas en el crucero. La Capilla Sacramental, adosada a la nave del Evangelio, presenta una sola nave con bóveda de aristas y media naranja en el presbiterio.
Capilla Sacramental
La Capilla Sacramental, adosada a la nave del Evangelio, presenta una sola nave dividida en cuatro tramos, cubiertos por bóvedas de aristas simples, separados con
arcos fajones y media naranja en el presbiterio. En este último se encuentra ubicado un
retablo a modo de templete de mediados del siglo XVIII, que con anterioridad servía de
monumento de la
parroquia.
Entre 1953 y 1954 el interior de la capilla fue profusamente decorada mediante la técnica de la pintura al fresco de manos de D. Joaquín Ojeda Osuna y D. Ricardo Comas Fagundo, en la que plasmaron un amplio repertorio iconográfico entre filacterias e inscripciones, de claras influencias del barroco sevillano.
Claustro
Contemporáneo a las construcciones realizadas en la segunda mitad del siglo XVIII. De planta cuadrada, se encuentra porticado en sus cuatro frentes con arcos de medio punto sobre
columnas toscanas y decoración pictórica de rocallas en el friso.
Portadas
La
portada principal, situada a los pies de la nave central, se articula en torno a un gran
arco de medio punto, que sostiene el hastial de ladrillo y cantería, rematado por una
escultura de la Fé. El gran arco da paso a un porche, cerrado por unas
rejas, donde se asienta la portada propiamente dicha. Consta de dos cuerpos configurados por mármoles polícromos; el inferior parte de un vano central adintelado flanqueado por pilastras sobre pedestales bulbosos, con rica y minuciosa decoración de rocallas y moldurones mixtilíneos. El segundo cuerpo parte de una cornisa sustentada por pinjantes, en cuyo centro se sitúa una
hornacina avenerada que aloja la escultura de mármol de la Asunción, flanqueada por pilastras similares a las del cuerpo inferior y por flameros, coronándose el conjunto por un entablamento curvo que sirve de base a tres remates bulbosos a modo de flameros.
Torre
Situada desde la fundación a los pies de la nave del Evangelio, fue desmantelada para ser construida de nueva planta en 1717. Las obras serán dirigidas por José Páez de Carmona, Maestro de Obras del Concejo de la Ciudad, con la intervención de Cosme de Mier, Juan de Chabarría y Antonio de Haro, maestros canteros. Tras el terremoto de 1755, se efectuaron una serie de reformas en los cuerpos superiores, dirigidas por Pedro de Silva, Maestro Mayor de Obras del Arzobispado.
Parte de una base realizada con sillares de cantería, seguido de una molduración de jaspe negro, sobre la que apoya su elevado fuste realizado en ladrillo y en el que se abren dos
balcones en dos de sus frentes, el principal realizado con profusa decoración de cantería y el del lado Este, realizado en ladrillo tallado, alternándose en sus frentes vanos circulares y cuadrados. El primer cuerpo, denominado de
campanas, sigue el esquema compositivo de la Giralda de
Sevilla, con claros aires serlianos. Un vano de medio punto flanqueado por sendos vanos adintelados sobre los que se sitúa un óculo, utilizando las pilastras como elemento compartimentador de los vanos.
El segundo cuerpo se enmarca por una potente balaustrada pétrea con remates a modo de pináculos en sus ángulos, de cuyo centro emerge un cuerpo circular con cuatro vanos de medio punto enmarcados por estípites. El tercer cuerpo, se presenta delimitado por una baranda de hierro entre pedestales rematados por pináculos, de cuyo centro emerge otro cuerpo circular con cuatro vanos adintelados. El conjunto se remata por un cupulín que sirve de soporte a una
cruz papal de forja con
veleta. La decoración del conjunto combina molduras y
capiteles de ladrillo tallado, elementos decorativos pétreos y
cerámica azul vidriada. Esta última se centra en frisos, pilastras, estípites, cupulín, etc., lo que crea un efecto polícromo que lo diferencia claramente del fuste de ladrillo limpio con su base pétrea.
Arco de Santa María
La portada lateral se abre en el quinto tramo del muro de la Epístola. Denominada popularmente como Arco de Santa María, debido al gran
pasadizo abovedado que atraviesa la
calle, conformado por dos grandes arcos de medio punto apoyados sobre ménsulas a modo de pinjantes. La portada gira en torno a un vano adintelado, flanqueado por pilastras sobre pedestales y rematado por
frontón triangular y moldurones, en la que se alternan mármoles polícromos.ÁLBUM HISTÓRICO